Cuando estuvimos en Charleston, Carolina
del Sur, le preguntamos al mozo del hotel por un restaurante donde ir a cenar.
Era un hombre de color, grueso, alegre y parlanchín y, con un fuerte acento
sureño a lo “señorita Escarlata” de “Lo que el viento se llevó”, nos hizo una
extensa relación de lugares recomendados. Cuando ya había terminado añadió su
favorito, un chamizo alejado del centro histórico, una simple barraca de madera
donde preparaban, según él, el mejor pollo frito del Sur: Martha Lou’s Kitchen.
El día se nos hizo corto con todo lo que
había que visitar, la noche nos cayó encima, los niños estaban cansados, no
querían dar un paso más y nos quedamos sin ir a cenar a la cocina de Martha
Lou. Al día siguiente continuábamos nuestro viaje pero el recuerdo del brillo
de los ojos de aquel maletero al hablar con tanto entusiasmo del pollo frito
nos hizo desviarnos de nuestra ruta y pasar, ¡a las 10:30 de la mañana!, por
las puertas del restaurante.
No había mentido. Era una caseta de
madera pintada de colorines en una zona fea de la ciudad. Detuvimos el motor.
Los niños, mosqueados, levantaron la cabeza de sus pantallas para preguntar por
qué nos parábamos. Sin hacerles demasiado caso Gabriel se bajó del coche y se
acercó a la puerta: estaba cerrado. Pero enseguida se asomó una cabeza de pelo
rizado. Le preguntamos si nos podría freír un poco de pollo para hacer un
picnic por el camino y nos dijo que si esperábamos a que terminara con unos
encargos, eso estaba hecho. Así que, mientras introducía presas en aceite
hirviendo en una cocina de 4 metros cuadrados, empezamos a charlar.
Ella no era la dueña (llegó un poco
más tarde a supervisar su negocio) pero nos contó que Martha Lou lleva 32 años
cocinando en su restaurante y toda una vida pegada a los fogones de las
cocinas. Empezó junto a su madre cocinera y ahora, con sus hijas y sus nietas, sigue
al pie del cañón ocupándose del pequeño restaurante y friendo, previo encargo,
cantidades ingentes de pollo para llevar. Nos contó que el truco era utilizar
únicamente aceite de cacahuete porque tarda mucho en quemarse y no deja ningún
sabor en la comida.
Eso del cacahuete no me extrañó porque
desde que entras en Virginia y atraviesas Carolina del Norte y del Sur y Georgia vas
viendo anuncios de plantaciones de cacahuetes. El ex-presidente Jimmy Carter, por ejemplo, fue un ilustre "cacahuetero". Este producto no se introdujo en
la zona hasta mediados del siglo XIX, cuando se fueron retirando las
plantaciones de algodón de la época esclavista; sin embargo, penetró con fuerza
y ahora EEUU es el tercer productor mundial, después de China e India. Todos sabemos de la mantequilla de cacahuete pero, además, por todas partes vimos puestos callejeros de cacahuetes frescos hervidos que, al parecer, son también un símbolo
de la cultura y gastronomía sureñas.
Mientras la cocinera hablaba, iba sacando
el pollo de la harina, mojándolo rápidamente en leche y echándolo en la
freidora en donde, y esto es lo que me dejó puesta, había echado antes un buen puñado de caldo de pollo Knorr
en polvo, que viene a ser como nuestros cubitos Maggi. He estado investigando
las recetas de pollo sureño, e incluso la propia receta que Martha Lou publicó
en una revista de gastronomía, y en ninguna cuenta este pequeño detalle. Así
que quiero pensar que he dado con el secreto del éxito del pollo frito de su
restaurante. ¡Toma ya!
Cuando después de un buen rato nos fuimos
con nuestro pollo frito y entramos en el coche, los niños salieron de su mundo
electrónico a la llamada del aroma y allí mismo, dentro del coche, entre los
cinco y a las 11:30 de la mañana, nos comimos en un santiamén lo que iba a ser
nuestro picnic.
Ya de vuelta en casa quise probar el
aceite de cacahuete. Desde entonces, no entra otro en mi freidora y cada vez
que la enciendo me acuerdo de esa parada fortuita en Charleston que se ha
convertido en uno de los hitos de nuestro primer año en Estados Unidos.
(Si alguna vez vais, buscad en
el libro de visitas los trazos de un mapamundi que Martha Lou le hizo dibujar a
Gabriel para dejar constancia de que unos españoles habían pasado por allí).
Post-post:
Y si os apetece intentar hacer este pollo
en vuestra casa, aquí os pongo la receta. Esta es la receta oficial pero…
¡recordad el secreto!
Ingredientes:
- aceite de cacahuete, para freír
- 4 tazas de harina
- sal y pimienta al gusto
- 2 pollos enteros, cortados en cuartos
- 2 tazas de leche
- 2 huevos
Calentar el aceite de cacahuete en la
freidora a temperatura de 325ºF. Colocar harina en un cuenco grande, sazonarla
con sal y pimienta y reservar. Aliñar también el pollo con sal y pimienta y pasarlo por la harina sacudiendo el exceso. Batir la leche con los huevos en otro cuenco y, por partes, ir bañando el pollo
en la leche y echarlo en el aceite. Darle la vuelta ocasionalmente hasta que el pollo esté hecho por dentro y
dorado por fuera, entre 15 y 20 minutos. Poner en papel absorbente y dejar
reposar 5 minutos antes de servir.
Y nada mejor para acompañarlo que esta canción de Zac Brown Band con aires sureños: pincha Chicken fried
Wow!!! Qué rico! Y qué bien lo describes, he podido saborearlo...
ResponderEliminarNo recuerdo si venden aceite de cacahuete en Kw pero lo voy a buscar y ya te contaré. ;) Eva María
Ya verás qué bueno es, Eva María, no huele nada y dura un montón. Besos
EliminarMe encanta Eva!!!! Y me ha encantado leerte!!!! No sé si te llegará mi comentario ni donde....pero ahí está .... Muchos besos para los 5 ❤️ Lorena
Eliminar¡Qué ganas tengo de ir a Charleston!!!
ResponderEliminarOjo con el aceite de cacahuete que tiene grasas saturadas... O sea colesterol malo.
Enhorabuena por tu blog. Te seguiré.
Gracias por tu comentario, Ana. Acabo de buscar más información en internet sobre el aceite de cacahuete y muchos sitios lo recomiendan en igual medida que el aceite de oliva, aunque avisan de que cualquier aceite ha de usarse con moderación.
Eliminarwww.gastronoming.com/2014/01/14/conociendo-los-aceites dice que que tanto oliva como cacahuete aportan grasas insatauradas (buenas) a diferencia de las grasas animales, que son saturadas (malas). La propia wikipedia dice que es el aceite ideal para freír. Yo no sé mucho de esto pero me gusta cómo fríe.
Yo tampoco soy experta pero al parecer hay varios tipos de grasas: saturadas, monoinsaturadas poliinsaturadas y trans.
EliminarLas sanas son las insaturadas y dentro de estas las monoinsaturadas, donde se situa el aceite de oliva. Las malas son las saturadas donde se sitùan la de coco y la de palma. Las malísimas son las transcq se usan en bollería industrial. La de palma es mala además por motivos ecológicos, porque se estàn talando las selvas tropicales para cultivar palma.
Y la de cacahuete ¿dónde se sitúa? Dentro de las buenas pues es sobre todo insaturada pero es más poliinsaturada que el aceite de oliva.
Es decir que yo te recomiendo para cocinar y freir todos los días el aceite de oliva virgen extra y ocasionalmente el aceite de cacahuete.
Lo que estamos aprendiendo. Nunca me imaginé hablando de esta manera de la saturación de las grasas.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEvita, nada como el aceite de oliva, aunque supongo que por esos lares será más caro.... Tú apunta bien las recetas y cuando vuelvas a España, ya sabes... cena desgustación sabores del mundo. Besosss
ResponderEliminar¡Esa cena dala por segura, Chelo, pero primero tenemos que vernos, que ya va siendo hora!
EliminarParece que mi comentario no quiere salir.
ResponderEliminarEn este decía " a la cama no te irás sin saber una cosa más" buscare el aceite de cacahuete
Hola Eva, me encanta tu idea de escribir este blog y este relato me parece suculento. Me lanzo a buscar el aceite de cacahuete para imitar el pollo sureño y sobre las grasas, como dijo Escarlata, ya lo pensare mañana.
ResponderEliminarBesos, Trini.
Bravo. Tienes buen ojo gastronómico y buena pluma. Enhorabuena . Sigue. La vida en puestos como a mí me pasa. Qué remedio.
ResponderEliminarGracias, Lore. Llegó bien. Sígueme para tenerte al día de nuestras andanzas. Besos mil.
ResponderEliminarHola Eva! Qué bonito blog!
ResponderEliminarPor un momento me has transportado a Carolina del Sur escuchando a Zac Brown. Os imaginé a los cinco en el coche, saboreando ese delicioso pollo frito. Sobre todo me resultó fácil imaginarme la carita de Miguel :-) Probaré a hacer la receta, sin olvidarme del secreto de Martha Lou :-)
Gracias Eva por compartir esos recuerdos, que son lo mejor de la vida, ¿verdad?
Te seguiré. Un beso muy fuerte.
Patricia
Gracias, Patricia. Besos.
EliminarEva me ha encantado tu aventura por un momento me he transportado. Muchas felicidades. Verushka
ResponderEliminarGracias, Veru. ¿Es Rústico y saludable tu blog? Lo he pinchado pero no he conseguido entrar.
EliminarEstoy segura que el pollo tiene que estar riquísimo con el aceite de cacahuete.
ResponderEliminarPero no nos olvidemos del aceite de oliva que tenemos en nuestro querido Sant Mateu.
Un saludo para todos.
Intentaré hacerlo Eva.
Con el oli de Sant Mateu todo está bueno. Gracias por comentar.
ResponderEliminar