“Ya que habéis viajado expresamente desde Washington para venir a vernos os voy a enseñar algo especial, seguidme”. Y nos fue guiando por el interior de un antiguo edificio, con desconchones en las paredes, estrechas escaleras un poco retranqueadas, pasillos llenos de ficheros y alacenas atestadas de publicaciones, una oscura biblioteca donde una investigadora buceaba entre papeles, una sala donde decenas de obras de arte de grandes maestros esperaban su momento para volver ante los ojos del gran público. … Los bruscos cambios de temperatura según funcionaran o no los viejos radiadores y el inconfundible olor que los muchos años confieren a un lugar nos acompañaron todo el camino. Estábamos en el corazón de The Hispanic Society, la mayor institución que en Estados Unidos se dedica al estudio y fomento del conocimiento de obras relacionadas con el arte, la literatura y la historia de España y Portugal y sus áreas de influencia, lo que incluye Hispanoamérica, sur de los Estados Unidos, Filipinas o las Indias portuguesas.
The Hispanic Society, fundada en 1904 por el filántropo Archer M. Huntington, sobrevive como puede al paso del tiempo. Su museo cerró las puertas en abril de 2015, poco antes de nuestro aterrizaje en Estados Unidos, para acometer un ambicioso proyecto de reforma y sus más de 18.000 piezas de todos los formatos y épocas, desde la prehistoria hasta la actualidad, se encuentran en préstamo a otros museos y salas de todo el mundo, o almacenadas en habitaciones como la que acabábamos de pasar. Cada vez que visitábamos Nueva York lamentábamos no poder entrar a recorrerlo, sobre todo, la galería con la “Visión de España”, un conjunto pictórico encargado ex profeso para ese lugar al pintor valenciano Joaquín Sorolla con la idea de mostrar al público americano la esencia de la cultura y las costumbres de España. Ya pensábamos que nos íbamos a ir de Estados Unidos sin conocerlo cuando, de repente, la Sociedad anunció en su página web la posibilidad de concertar una visita para recorrer exclusivamente esa sala. Y allí nos plantamos, un martes por la mañana.
Retrato del Sr. Taft, Presidente de los EEUU |
No éramos más de 10 personas, todas de distintas nacionalidades, a las que una guía voluntaria nos regaló durante algo más de una hora sus magníficas explicaciones. Descubrimos que el millonario Huntington empezó a estudiar español a los 14 años y desde ese momento supo que crearía una institución dedicada a difundir nuestra cultura. Conoció a Sorolla en Londres en 1908 y le organizó una exitosa exposición en solitario en Estados Unidos tras la cual se quedó varios meses realizando retratos, entre los que se incluye el que le hizo al mismo presidente de los Estados Unidos William H. Taft, que acababa de ser elegido.
Un par de años después, Huntington le encargó la decoración de una sala de The Hispanic Society para la que el valenciano pintó 14 enormes paneles en los que retrata las diferentes regiones o localidades de España a través de sus gentes, costumbres, fiestas y paisajes. Sorolla se dedicó en exclusiva durante 8 años a este ambiciosísimo proyecto que le hizo viajar por toda España realizando cientos de bocetos en la búsqueda de aquello que mejor reflejara nuestro país, algo que, según manifestaba en sus numerosas cartas, le superaba a la hora de elegir. El encargo acabó con su salud y tras pintar el último panel le dio un ictus y nunca volvería a pintar. The Hispanic Society esperó varios años a que se recuperara para inaugurar la sala, pero el pintor nunca llegó a ver sus obras instaladas y la sala se inauguró en 1926 de forma póstuma.
Quien no conozca la obra puede pinchar este enlace para hacerse una idea del espectacular proyecto y de cómo el pincel del “maestro de la luz” deja ver nuestra cultura a través de imágenes de Castilla, Roncal (Navarra), Aragón, Cataluña, Valencia, Elche, Andalucía (5 paneles), Extremadura, Galicia y Guipúzcoa. Un conjunto delicioso e impresionante, tanto como la magnífica institución que le sirve de cobijo y que, en el centro de Harlem, Nueva York, lleva más de cien años promoviendo el conocimiento del arte y cultura de España en Estados Unidos. Sobreviviendo con el menguante legado de un filántropo y los ingresos derivados de galas benéficas o préstamos a salas de arte, a todas luces insuficientes para mantener un edificio y un proyecto de tal magnitud. No puedo evitar quedarme puesta ante la ausencia de patrocinadores españoles (administración, empresas, particulares) y el olvido en el que vive por parte del gran público. Confío en que cuando reabra sus puertas, ojalá que sea antes, sepamos devolver, desde España y Latinoamérica, la generosa mirada que Archie Huntington supo poner en nuestras culturas para acercarlas al público norteamericano.
Post-post:
La Galería Sorolla con la “Visión de España” se puede visitar los martes y los jueves en horario de mañana con cita previa que ha de solicitarse por internet en el siguiente enlace: http://hispanicsociety.org/other-event/jaoquin-sorolla-vision-of-spain-gallery/ . Conviene realizar la cita con más de una semana de antelación a la fecha deseada. Nos informaron de que está previsto abrirla también los sábados a partir del mes de febrero. Estad atentos a su página web http://hispanicsociety.org y, si pasáis por Nueva York, no os la perdáis.
Para dar a conocer la España de la época, Huntington sufragó numerosas expediciones fotográficas encargadas, generalmente, a mujeres que viajaban durante meses por nuestra geografía. Mi post Hallazgo de lo ignorado, cuenta cómo las fotografías de Ruth Anderson me sorprendieron, un verano, en Gijón.