Se acabó el verano. Al menos en
Washington. Y no porque haga frío, porque llueva o porque la gente haya
consumido ya sus breves vacaciones. No. Si tradicionalmente las estaciones se
han clasificado siguiendo los métodos astronómico, meteorológico, fenológico o
el basado en la radiación solar, en Estados Unidos habría que añadir el método
conmemorativo: aquí el verano empieza el último lunes de mayo con Memorial Day
y termina el primer lunes de septiembre con Labor Day. O sea, hoy.
Pero como son tan organizados, tan
previsores y tan trabajadores, en la práctica, el verano termina mucho antes. A
primeros de agosto, cuando yo estaba en plena ola de calor en España, sudando
la gota gorda y sin poder salir de la piscina más que lo estrictamente necesario,
ya me empezaron a llegar correos electrónicos de los colegios de los niños con
instrucciones apremiantes sobre cómo inscribirnos a tal o cual actividad escolar, cuál era
la ruta de autobús que se nos había asignado, las sesiones informativas
deportivas o académicas o las reuniones para las fechas próximas. Y conforme
avanzaba el mes crecía el número de mensajes diarios. No miento si digo que en
un solo día me llegaron más de diez. Un agobio.
Es más, las pruebas de selección para los
clubes deportivos del High School empezaron el 8 de agosto, el campamento
(voluntario pero recomendado) del equipo de Cheerleading tuvo lugar en la
segunda semana de agosto, los entrenamientos empezaron en la tercera semana y
el curso intensivo para los nuevos miembros de la banda musical escolar, la
última semana. Y esto es solamente lo que nosotros nos perdimos. Me deja puesta
el comprobar que para los americanos es inconcebible que en pleno mes de agosto
tú puedas estar tranquilamente en la playa o tomándote la copa con los amigos en
la plaza del pueblo a la fresca nocturna.
Sesión informativa en el Middle School |
Sesión informativa en el High School |
Cuando a las 8.30 de la mañana conducía
de vuelta a casa tuve la convicción de que, efectivamente, la estación se había
terminado. El día anterior había dejado España en pleno veraneo con las playas
llenas, las terrazas abarrotadas y las carreteras sin nada que hiciera
sospechar la “operación retorno”. Aquí, antes incluso del Labor Day, ya no
quedaba nada del estío, porque las vacaciones son un estado de ánimo colectivo
y en estas latitudes hace ya semanas que todo el mundo está en otra onda.
Pues estarán muy organizados, pero no saben disfrutar nada bien oye, que la vida son dos días jeeee. Y ahora.. aterriza como puedas! ;)
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