lunes, 1 de julio de 2019

Barras y estrellas


Estaba en el fondo de un vaso, sobre el lavabo del cuarto de baño de mi amiga, medio cubierto de agua. Era un alambre de ortodoncia que noche tras noche debía de controlar la perfecta alineación dental de alguno de los habitantes de esa casa. Me recordó la dentadura postiza que mi abuela dejaba a remojo todas las noches en el vaso duralex de color ámbar. Nunca me llamó la atención aquella especie de funda cuajada de dientes que, antes de dormir, limpiaba con esmero en la palma de su mano con un buen chorretón de pasta Colgate. Cuando les conté a mis hijos que su bisabuela se sacaba los dientes de la boca para lavárselos, primero se quedaron puestos, luego estallaron en carcajadas y, tras pensarlo un poco, se murieron de asco.

Pero aquel aparato de sujeción que tenía ante mí la semana pasada tenía algo extraño y me obligó a mirarlo con más detalle. El paladar no era de color rosita, ni siquiera transparente, sino algo tan poco natural como rojo, azul y blanco. Unas líneas retorcidas lo surcaban y tres estrellas blancas lo iluminaban. Y entonces caí en la cuenta. ¡Era la bandera americana! ¡En un aparato de ortodoncia! La que se quedó puesta en ese momento fui yo. 

Los americanos están muy orgullosos de su bandera. Representa su nación, los principios, la historia y el compromiso de su gente. Siempre que pueden la exhiben y, francamente, no creo que exista persona que no la identifique. Ese rectángulo azul con las 50 estrellas blancas en la esquina izquierda superior y las trece barras de la misma anchura que se alternan, siete rojas y seis blancas, ha sido explotado cinematográfica, comercial y culturalmente no solo en Estados Unidos sino en buena parte del mundo. La verdad es que es bonita y descubrir el por qué de sus motivos la vuelve más atractiva: las trece barras blancas simbolizan las 13 colonias que se independizaron del Reino Unido y que dieron origen a los Estados Unidos de América; las 50 estrellas representan al mismo número de Estados que forman la Unión; y los colores hablan de las virtudes que inspiran a sus ciudadanos: el blanco, la pureza y la inocencia; el rojo, el coraje y el valor,  y el azul, la perseverancia y la justicia.

Esta semana celebramos el 4 de julio, el Día de la Independencia, una de las fechas en que más se airea la bandera americana. Todos saben en este país que no se debe exhibir de cualquier manera pero, por si hay algún despistado, el gobierno de Estados Unidos se ha encargado de publicar y publicitar unas sencillas normas que hay que observar:


  • Si se va a colocar en la fachada de la casa, la sección azul ha de estar en lo más alto del asta.
  • Si se va a situar en una pared o en una ventana, la sección azul ha de estar en la parte superior izquierda.
  • Si va a ir en un automóvil, hay que fijar el asta en el lado derecho del parachoques delantero.
  • Si se va a colocar junto a otra bandera, la de Estados Unidos debe quedar en el lado izquierdo.
  • Si la bandera queda izada de noche, debe estar siempre iluminada.
  • La bandera no se debe exponer a las inclemencias del tiempo.
  • La bandera de debe tocar el suelo o ningún objeto que esté por debajo de ella.
  • Si la bandera no está desplegada, debe estar doblada en forma de triángulo con la sección azul visible.
  • Si está estropeada o desgastada, debe desecharse con solemnidad.


La infografía de usa.gov no decía nada sobre colocarla en el paladar, pero de la boca de mi amiga y su familia solo salen buenas y respetuosas palabras para su país. Ahora ya sé por qué.


Post-post:
El himno nacional de Estados Unidos tiene el título de “The Star-Spangled Banner” (La bandera de estrellas centelleantes). En 1812, para celebrar una victoria sobre Gran Bretaña, los soldados estadounidenses izaron una gran bandera en el Fuerte McHenry, en Baltimore, Maryland. El abogado Francis Scott Key fue testigo de los hechos y en un momento de inspiración escribió un poema llamado “La defensa de Fort McHenry” que, posteriormente, se convertiría en la letra del himno. Aquí podéis escuchar la melodía y leer su letra en español y en inglés. Seguro que hay fragmentos que os sabéis.