

En esta ocasión, para acallar las críticas de la prole a nuestra forma dictatorial de organizar los viajes, decidimos que con unos días de antelación cada uno propondría una actividad y que procuraríamos hacerlas todas. Hicimos nuestras pesquisas y el sábado por la mañana salimos con una lista que incluía una visita a un museo, un concierto de jazz, una tienda coreana de personajes de ficción, un obrador de pastelería de un programa de televisión y una antigua fábrica reconvertida en galería gastronómica. Un plan variado en barrios muy distintos de Manhattan, que conseguimos cumplir para satisfacción de todos y que incluso permitió que soltara la frase que los dejó puestos: “Hoy vamos a ver DUMBO”.


Inmortalizado por el cine en innumerables ocasiones, el puente de Brooklyn es un símbolo histórico de Nueva York y uno de los puentes más famosos del mundo. Películas como Manhattan, Tarzán en Nueva York, Los caballeros las prefieren rubias, Fiebre del sábado noche, Taxi Driver, Godzilla, Erase una vez en América… han contribuido a su mayor gloria. Pero si hay un director de cine maestro en retratar Manhattan es Woody Allen y si hay una película que tenga el puente de Brooklyn como referencia espacial, temporal o emocional esa es Annie Hall, su primer gran éxito cinematográfico con la que consiguió 4 Oscars en 1977.
Pero muchos años antes nuestro Federico García Lorca tampoco pudo resistirse a la poderosa presencia del puente de Brooklyn y le dedicó su poema “Ciudad sin sueño (Nocturno del Brooklyn Bridge)", del libro Poeta en Nueva York. Aquí os dejo un link para que lo podáis leer, un poema oscuro con una fuerza abrumadora de la época más desconocida de un autor que nos dejó demasiado pronto.
¡Me he quedado con ganas de más!
ResponderEliminarGracias por leerme siempre, Natalia. He añadido un link al poema. Alimento para el alma.
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